Cómo Calcular el Flujo Óptimo para Naves Industriales

Ingenieros de MCAT inspeccionan un scrubber industrial para garantizar el cumplimiento de normas ambientales y eficiencia del sistema.

Calcular el flujo de aire en una nave industrial no es solo una fórmula: define si tu planta será cómoda, segura y eficiente. Un caudal mal calculado se traduce en calor acumulado, polvo en suspensión y quejas del personal. En esta guía verás, paso a paso, cómo estimar el flujo óptimo de aire para tu nave usando criterios prácticos que puedes compartir con ingeniería, mantenimiento o dirección.

Paso 1: Conoce el volumen de tu nave

Antes de hablar de ventiladores o extractores, necesitas saber de qué tamaño es el “recipiente” que quieres ventilar.

Calcula el volumen

  • Mide largo, ancho y altura promedio de la nave.

  • Usa la fórmula: Volumen (m³) = Largo × Ancho × Altura.

  • Si tienes áreas a diferente altura, calcula cada zona por separado y súmalas.

Este volumen será la base para todos los siguientes cálculos.

Paso 2: Define cuántas renovaciones de aire necesitas

El flujo óptimo no es igual para una bodega vacía que para una fundición o una planta de alimentos. Aquí entran las renovaciones de aire por hora (ACH).

Orientaciones típicas

  • Almacenes ligeros: 4–8 renovaciones/hora.

  • Producción ligera o armado: 8–12 renovaciones/hora.

  • Procesos con calor o polvo: 15–30 renovaciones/hora o más.

Mientras más calor, contaminantes o personas tengas, mayor debe ser el número de renovaciones de aire.

Paso 3: Aplica la fórmula del flujo de aire

Cuando ya conoces el volumen y las renovaciones, puedes estimar el flujo necesario.

Fórmula básica
Flujo de aire (m³/h) = Volumen (m³) × Renovaciones de aire por hora (ACH).

Ejemplo rápido:
Si tu nave tiene 5 000 m³ y decides trabajar con 10 renovaciones/hora:
Flujo requerido = 5 000 × 10 = 50 000 m³/h.

Este valor es el punto de partida para dimensionar equipos de ventilación o extracción.

Múltiples ductos galvanizados con codos sobre rack estructural de ventilación industrial
Planta industrial en Monterrey con gráfico ascendente y 12.44% sobre el Cerro

Paso 4: Ajusta por zonas y proceso real

En la práctica, no toda la nave tiene las mismas necesidades de ventilación.

Divide por áreas

  • Zonas calientes (hornos, máquinas que generan calor): pueden requerir mayor caudal o extracción localizada.

  • Zona de oficinas o empaque: suele necesitar menos renovaciones.

  • Áreas con polvo o humos: combinan ventilación general con campanas o ductos dedicados.

Muchas veces es más eficiente instalar varios equipos medianos por zona que un solo equipo gigante que no responde bien a las condiciones reales.

Paso 5: No olvides eficiencia y consumo energético

El “mejor” flujo de aire es el que mantiene condiciones aceptables con el menor consumo posible.

Buenas prácticas

  • Aprovecha, cuando sea posible, la ventilación natural (tragaluces, louvers, persianas).

  • Considera equipos de alta eficiencia y variadores de frecuencia para ajustar el caudal a la carga real.

  • Programa mantenimientos para que filtros, rejillas y ventiladores trabajen sin obstrucciones.

Un cálculo básico bien hecho, combinado con una ingeniería detallada, puede reducir costos de energía y alargar la vida útil de tus equipos.

Colector de polvo tipo baghouse con ductería y toberas de conexión en fachada azul

Calcular el flujo óptimo para una nave industrial no tiene por qué ser complicado. Con el volumen, las renovaciones de aire y algunos ajustes por zona, obtienes una estimación clara para conversar con proveedores o con tu área de ingeniería.

Si quieres validar tus números o transformar este cálculo en un proyecto completo de ventilación industrial, contáctanos para una evaluación técnica de tu nave y recomendaciones a la medida.

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